Hugo Tognoli fue jefe de la Policía de Santa Fe durante los gobiernos socialistas de Hermes Binner y Antonio Bonfatti. En 2015, la Justicia lo condenó a seis años de prisión por proteger a bandas narcotraficantes, a las que informaba cuando eran investigadas o perseguidas por la Justicia.

 

A cambio, cobraba coimas.

​

Tognoli no era un desconocido en la estructura policial: primero se desempeñó como jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas, y luego fue promovido por el gobierno socialista a jefe máximo de la policía.

​

Una mujer llamada Norma Castaño, madre de un joven adicto y fundadora de la ONG Madres Solidarias, denunció en reiteradas ocasiones los vínculos entre Tognoli y el narcotráfico. Castaño envió varias cartas al entonces gobernador Hermes Binner advirtiendo específicamente sobre éste policía.

 

No obtuvo respuesta. Lejos de investigar, el gobierno lo ascendió.

​

En esa época la entonces jueza federal Laura Cossidoy denunció que Tognoli le aseguró que "cobraba para sus jefes" que no eran otros que Binner y Bonfatti.

​

Este caso no es un hecho aislado: marca un capítulo inicial en la historia reciente de Santa Fe, donde el narcotráfico tuvo un crecimiento impresionante gracias a sus vínculos con la política.